En el 2020 tuve la oportunidad de ensayar por primera vez la dieta de eliminación como parte práctica durante mi certificación como Health Coach en Medicina Funcional, que sin habérmelo propuesto, me ayudó a identificar el causante de un malestar con el que siempre quedaba después de comer, logrando liberarme de la "pastilla digestiva" de la cual ya me había vuelto dependiente. El causante: el maíz y el trigo. Después de esa experiencia vivida en carne propia, como en la de mi hijo menor Alejandro, a quien he ayudado a regular cada vez más su sistema digestivo, superar un eczema severo en la carita, se volvió el primer paso para explorar lo que le está pasando al organismo y como proceder de manera proactiva, buscando la causa raíz.
Los síntomas más frecuentes que podrían beneficiarse de una dieta de eliminación son:
Fatiga
Dolores de cabeza o migrañas
Dolor en las articulaciones
Dificultad para concentrarse
Excema, erupciones cutáneas e irritación de la piel
Dolor de estómago
Reflujo
Distensión abdominal
Estreñimiento
Diarrea
Aumento o pérdida de peso inexplicable
Ansiedad, depresión u otros problemas del estado de ánimo
TDAH y problemas de comportamiento en niños
¿Qué es la dieta de eliminación?
Una dieta de eliminación es un proceso temporal en el que se eliminan ciertos alimentos o grupos de alimentos de la dieta durante por lo menos 21 días cuyo objetivo principal es identificar posibles alimentos o ingredientes que puedan estar causando síntomas adversos o problemas de salud en una persona.
La dieta de eliminación tiene dos fases:
Fase de Eliminación: Durante la fase de eliminación, eliminarás todos los alimentos tóxicos e inflamatorios, los causantes habituales de las sensibilidades alimentarias y cualquier alimento que sospeches que tu cuerpo no tolera bien. En caso de duda, elimínalo y comprueba si te sientes mejor.
Fase de Reintroducción: La fase de reintroducción es un proceso muy específico en el que reintroducirá los alimentos muy lentamente, un alimento cada 3 días y lo consumirás 3 veces al día, mientras prestas atención a tus síntomas para identificar tus propios desencadenantes alimentarios.
Muchas personas tienen intolerancia a ciertos alimentos y ni siquiera lo saben.
Emprender una dieta de eliminación es un proceso educativo y enriquecedor. Podrás tomar el control de tu salud y hacer los cambios que tu cuerpo te está pidiendo, logrando llegar a minimizar y/o poner fin a los incómodos síntomas cotidianos y recuperar por fin tu bienestar.
Beneficios de la dieta de eliminación:
Identificar intolerancias alimentarias: Eliminar estos alimentos de tu dieta puede ayudarte a identificar cuáles te causan problemas.
Reducir la inflamación.
Promover la pérdida de peso corporal.
Recuperar la energía, la vitalidad y bienestar general.
Mejorar la salud digestiva.
Reducir síntomas digestivos como hinchazón, gases y estreñimiento.
Mejorar la claridad mental y la concentración.
Aumentar la energía y vitalidad.
Mejorar la calidad del sueño.
Disminuir la frecuencia e intensidad de las migrañas o dolores de cabeza.
Tener piel más saludable.
Reducir síntomas de alergias, como congestión nasal o picazón en la piel.
Mejorar de las condiciones de salud crónicas, como artritis o síndrome del intestino irritable.
Esta puede ser una excelente opción para descubrir qué alimentos son los más adecuados para tu cuerpo. ¡Aquí está el primer paso para un estilo de vida más saludable y una mayor comprensión de cómo los alimentos afectan tu bienestar!
Como Health Coach, estoy aquí para brindarte apoyo y guía en tu viaje hacia una dieta de eliminación o cualquier otro objetivo de salud que tengas en mente. Mi formación y experiencia me permiten comprender tus necesidades individuales y diseñar un plan personalizado que se adapte a tus metas y estilo de vida. Recuerda, cada cuerpo es único, ¡así que escucha el tuyo y siéntete bien desde adentro hacia afuera!
Fuentes:
https://waojournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/s40413-016-0139-7.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25845555/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22928358/
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"La información proporcionada tiene únicamente fines educativos e informativos, y se pone a su disposición como herramientas de autoayuda para su propio uso; no pretende sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulte siempre con un profesional de la salud".
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