Escribir a diario puede convertirse en una poderosa herramienta para expresar tus emociones, tus sentimientos, tus ideas y expandir tu creatividad. El arte de escribir es una forma sencilla de conectarte con tu interior de manera honesta y pura sobre lo bueno, lo malo y lo feo que te esté ocurriendo en tu vida. Piensa en ello como un primer paso para liberar tu mente de ciertos asuntos que rondan por tu cabeza.
Estudios demuestran que escribir tras un suceso traumático puede ayudarte a curarte más rápido física y mentalmente al permitirte procesar y liberar tus emociones libremente. Aunque la situación por la que estés pasando sea dolorosa, este proceso de catarsis puede convertirse en tu mejor aliado.
Esta práctica no sólo se limita a los momentos dolorosos o difíciles, también se aplica a aquellos recuerdos positivos y emocionantes, así como para esos momentos en los que se te ocurren "ideas locas" que luego pueden convertirse en un proyecto futuro. Existen diferentes formatos para llevar un diario, desde agendas, libretas, cuadernos de hojas sueltas, formatos electrónicos, preestablecidos, etc.
Durante el proceso de cambio de hábitos, proporciono a mis clientes formatos sencillos para dar seguimiento a su proceso, para que al momento de nuestro encuentro en la sesión tengan más ideas que compartir, dudas que resolver y se den cuenta de lo que les está funcionando o no. Definitivamente, cuando hay un seguimiento diario, el proceso mismo da respuestas para hacer ajustes y seguir adelante, gracias a la evidencia.
Escribir tus pensamientos puede ser una herramienta sencilla para tu crecimiento personal y profesional, para darte cuenta y entender lo que pasa dentro de ti.
No hay una única forma de llevar un diario con tus ideas, sólo se trata de tomar la decisión y hacerlo. No tienes que esperar al primer día del mes o al último, cualquier día del año es perfecto. Si me pones a elegir entre escribir con lápiz y papel o electrónicamente, siempre elegiré la primera opción, ya que siento que las palabras fluyen mejor y me gusta sentir el sonido del contacto de la tinta sobre el papel, sin embargo, cualquiera que elijas es perfecta.
Un aspecto hermoso del hábito de escribir a diario es que no se necesitan horas para recibir sus beneficios; basta con 5 o 10 minutos de forma regular y constante.
Date la oportunidad de escribir libremente, como una pista de aterrizaje de catarsis emocional; verás cómo sanará y fortalecerá tu interior, algo crucial para tu salud mental, el amor propio y el flujo de energías en tu cuerpo. ¿Por dónde empezar?
Elige un formato que te funcione: un cuaderno, un formato prediseñado para contestar, hojas sueltas, electrónicamente en tu computador o celular, etc.
Comprométete con un momento del día para hacerlo: vincula este nuevo hábito a algo que ya tengas en tu día, por ejemplo, al levantarte, mientras te tomas tu café, después de la comida, en el parque a medio día, antes de acostarte, etc.
Empieza a escribir recordando que es sólo para ti, sólo hazlo, cuanto más sencillo mejor: objetivos, pensamientos, logros, emociones, reflexiones, párrafos, afirmaciones, etc.
Piensa que el arte de escribir tus emociones es un espacio seguro donde puedes registrar victorias y aprendizajes.
Si no quieres dejar constancia de lo que has escrito, quémalo o bótalo, es una forma sana de desahogarte y soltar.
A la larga, el arte de escribir resulta ser un aliado en el camino hacia el autoconocimiento, la transformación y la curación emocional. No subestimes el poder que encierran unas simples líneas; encierran la clave para explorar tu mundo interior, descubrir nuevas perspectivas y trazar el camino hacia una mayor claridad mental y emocional.
Te invito a que cojas papel y lápiz o deslices los dedos por el teclado y empieces hoy mismo. Permítete la libertad de explorar, expresar y, dejarte. La escritura es tu espacio sagrado, tu refugio personal donde tus palabras pueden bailar libres y sin juicios.
Comments