La inflamación es un proceso natural que se produce en el organismo como respuesta a lesiones, infecciones o estrés. Sin embargo, cuando la inflamación se vuelve crónica, puede contribuir a una gran variedad de problemas de salud, como problemas cardíacos, diabetes tipo 2, cáncer y trastornos autoinmunes.
Para las mujeres mayores de 40 años, la inflamación crónica es especialmente perjudicial, ya que puede empeorar los problemas de salud relacionados con la edad, como el dolor en las articulaciones, el deterioro de la salud mental y el envejecimiento. Para controlar la inflamación, te doy las siguientes recomendaciones:
1. Opta por los alimentos naturales:
Seguir una dieta rica en alimentos no procesados como proteinas y grasas animales, frutos rojos, verduras bajas en carbohidratos, puede ayudar a reducir la inflamación. Estos alimentos tienen un alto contenido en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que pueden ayudar a proteger el organismo de los daños.
2. Elige grasas saludables:
Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en pescados grasos como el salmón y los mariscos, así como la grasa de la carne, los huevos, el aceite de coco, el aceite de oliva, el Ghee o mantequilla clarificada, los quesos y derivados de los lácteos.
3. No consumas carbohidratos procesados:
Los alimentos como el pan blanco, la pasta, los dulces, los snacks, las barritas, los productos congelados listos para el consumo pueden contribuir a la inflamación del organismo principalmente por el tipo de ingredientes y químicos con que son fabricados.
4. Controla el consumo de las nueces:
Si bien las grasas que aportan las nueces son bien recibidas por el cuerpo, cuando se consumen en exceso y de manera recurrente pueden llegar a competir con la absorción de los nutrientes de la base de tu alimentación.
5. Prioriza las proteínas en cada comida:
Asegúrate de consumir la proteína suficiente diaria de acuerdo con tu edad y nivel de actividad. La proteína es clave para la formación y mantenimiento de tu masa muscular, la salud de los huesos, el sistema inmune y tu metabolismo.
6. Limita el consumo de granos y cereales:
Los granos y cereales tienen altos contenidos de carbohidratos que pueden causar fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre. Esto puede afectar el proceso inflamatorio, especialmente en las mujeres con desbalance hormonal o resistencia a la insulina, haciendo muy difícil la estabilidad de los niveles de azúcar.
7. Mantén la hidratación:
Tomar agua ayuda a eliminar las toxinas del organismo y a reducir la inflamación. Ten en cuenta que cada vez que vas al baño estás expulsando minerales de tu cuerpo, por lo que es recomendable que le añadas sal al agua para compensar lo que sale por la orina, de 1 a 2 cucharaditas de sal distribuidas en el día son suficientes.
8. Elimina el azúcar:
El azúcar es el agente inflamatorio principal en el organismo, además que es una sustancia altamente adictiva. No importa el tipo de azúcar que comas, el organismo no tiene un sensor para diferenciar si el azúcar es blanca, morena, coco, proveniente de los alcoholes, etc. Esto incluye los endulzantes artificiales de todo tipo que pueden llegar a ser peores para el cerebro.
Ve poco a poco reduciendo el azúcar que el paladar te irá cambiando.
Empezar a aplicar estas recomendaciones a tu rutina diaria podrían ayudarte a controlar tu inflamación y mejorar tu salud y bienestar. Recuerda que los pequeños cambios a lo largo del tiempo pueden dar lugar a grandes mejoras en la salud, así que empieza con uno o dos cambios y sigue a partir de ahí.
Cláusula de no responsabilidad:
1. "La información proporcionada tiene únicamente fines educativos e informativos, y se pone a su disposición como herramientas de autoayuda para su propio uso; no pretende sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulte siempre con un profesional de la salud".
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